viernes, 4 de noviembre de 2011

Sangrar la razón

De la Revista "Todo Piola"

 
Hay pasiones tristes y pasiones alegres,
pasiones que aumentan nuestra
potencia y otras que la bajan, que nos hacen
mal y nos impiden la emancipación
mental. Te relacionás con un hipócrita,
componés hipocresía. Hay gente que no
queremos escuchar. Que abren la jeta y
nos oxidan el alma, personas tan confundidas
que emiten sonidos sólo para
multiplicar el odio; flaquezas y espasmos
con rebuscados slogans de marketing
que ofertan la locura y la ceguera.
No se trata de adorar la impaciencia, señora.
La vida no termina en la puteada, hay
cosas más saludables que quejarse, más
interesantes que hablar del tiempo o mirar
siempre lo mismo en la concha puta de la
televisión, donde se remunera la ignorancia.
No nos vengan con el chamuyo ese de
que la gente no sabe, de que la gente es
esclava, se van todos a la mierda. A todos
les gusta este calvario, la mentira es lo que
abunda. ¡La mentira!
Cada día que comienza el ritmo productivo,
se avala nuevamente la injusticia.
Nuestros pulsos se agitan sólo para
pedir castigos y más seguridad, nuestras
mentes naturalizaron el miedo. Te agotan,
te desgastan, te sofocan, querés que se
callen pero gritan convencidos. Nos aburren.
Cada palabra de su boca es un puñal,
estar al lado de gente así es perder tiempo
valioso.
En cambio, te relacionás con ¿Todo Piola?
y componés cultura marginal, te encontrás
con un lugar donde las potencias se elevan
mutuamente, como cables pelados que se
juntan y hacen contacto. Por eso nos reciben
piola en todos lados, porque desmentimos
la realidad misma, reivindicamos la
creación antes que la identidad, usamos
nuestros propios inventos para subsistir.
Nos hartamos de la militancia ortodoxa
y proponemos una militancia singular
y desprolija, sabiendo que la verdadera
sensibilidad aparece en los detalles, en los
micro-momentos del día a día, cuando no
hay nadie a quien demostrarle nada, más
que a uno mismo. Nosotros admitimos
nuestra inmadurez porque afirmamos que
ahí reposa nuestra novedad, no queremos
caer bien, queremos incomodar.
Argentina vive un momento político “ampliamente
democrático”, pero nosotros
preferimos seguir interrogando la sustancia
humana. Sabemos que si el consumo
aumenta también crece la subordinación a
un sistema económico que no pensamos
aceptar jamás. Intentamos ver más allá
del horizonte monetario y la modernidad
digital. Consideramos muy necesario
componer relaciones, crear redes potentes
que se eleven, dinamitar todo límite a la
creatividad colectiva. Entre todas las villas,
entre todos los marginados.
No lo hacemos por el deber ser y apostamos
al deseo, venimos haciendo ruido,
hay espacios donde no nos dejan entrar,
donde se asustan al leernos, pero va
creciendo nuestra voz, se va multiplicando
y generando preguntas. Nuestra intención
no es la referencia ni el premio a lo
ejemplar, nuestro mérito es haber reivindicado
que el resplandor se encuentra en la
pregunta y que no somos la receta, sino la
enfermedad desconocida que la ciencia no puede resolver.

Revista: "Todo Piola"

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